23.5.12

Fuimos más que planetas, fuimos universos. Fuimos grandes, eternos, y creímos que duraderos. Pero esto último no se ha cumplido. Ya ves, los tiempos cambian y nosotros también. Y sin embargo la indiferencia supera mis límites, me llena y se derrama por mis vértices. Ya ni me duele, o a lo mejor el dolor se ha transformado en mi estado de normalidad. A lo mejor estar mal es lo mismo que estar bien. Al fin y al cabo, quién puso los límites. Sólo sé que no siento nada. Serás afortunado si no deja de doler.

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