Hoy es uno de esos días en los que me aburro con poco. Y yo cuando digo que me aburro, es que me ABURRO, con mayúsculas. Es preocupante. A ver... ¡no he ido de comprar por que estaba segura de que me aburriría por el camino! No sé... Es muy raro. Incluso me niego a ver por enésima vez el DVD de Harry Potter y el Misterio del Príncipe por que de seguro que me aburro mucho mientras se enciende la televisión. Y os aseguro que negarme a ver una película de Harry Potter es aún MÁS preocupante que negarme a ir de compras. Demasiado preocupante, he de decir. Y temo los días como este, de aburrimiento. ¿Que porqué? Pues por que empiezo a hacer limpieza de habitación para pasar el rato. Y yo creo que no hace falta que diga nada más. Hoy es de esos días que sólo me apetece sentarme delante del ventilador y decir tonterías hasta que la garganta me exija con urgencia un vaso de agua. Pero eso es lo bueno del aburrimiento, ¿no? Que empiezas a valorar las cosas que tienes, por malas que puedan ser.
Aunque nadie dijo que hablar delante del ventilador fuera malo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario