15.2.12

Adoro tu boca cuando se tuerce formando una inconfundible sonrisa. Adoro tus dientes, blancos y brillantes, acariciando mis ojos con su perfección. Adoro tus manos cuando recorren mi pelo, peinándolo hasta dejarlo sedoso y liso, como a tí te gusta. Adoro tus ojos cuando nos miramos hasta el anochecer, casi sin parpadear y admirándonos, sin que hagan falta las palabras. Adoro tu lengua cuando te relames los labios después de nuestra visita diaria al Starbucks. Adoro tus suspiros cuando salimos a las frías calles del corazón de Madrid, mientras por algún lado suena Stereo Love, nuestra canción. Adoro tu pelo cuando te lo alborotas cada vez que quieres decirme algo y no te salen las palabras. Adoro cuando te ruborizas después de que te haya dedicado un "te quiero". Adoro cuando te acercas poco a poco, para darme un beso de esos que no se olvidan, de esos que se guardan bajo llave en el corazón.
Adoro cuando te separas y cuando, a sólo unos centímetros de mí, me dices cuánto me quieres, mientras tu cálido aliento me acaricia la cara.
Con esa voz, con esa sonrisa, con esa mirada tan tuya. Tan mía. Tan nuestra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

.