Llovía. Pero a Bonnie no le gustaba que lloviera. Era como si las nubes lloraran, y a Bonnie le daba pena. Y entonces lloraba ella también. Si, lo sé, es muy sensible. Pero es Bonnie. Ella es así.
A Bonnie no le gusta salir. Prefiere quedarse en su habitación, arropada con una manta, escuchando alguna canción de Crónicas Vampíricas, y leyendo un buen libro, como "Éxodo", el último que terminó. Y mirar por la ventana de vez en cuando. Pero muy de vez en cuando. A veces su imaginación la traiciona y la hace ver a Christian debajo de su ventana, esperándola con su sonrisa de dientes perfectos y sus ojos azules que podrían confundirse con el cielo.
"Christian...". Quería ir a buscarlo. Quería verlo. Quería que sus manos se perdieran entre el espeso pelo moreno de él. Se puso unos vaqueros, una sudadera y unas Converse color negro, se cubrió con un abrigo con capucha y salió a la calle, mientras las lágrimas de las nubes la empapaban por completo. Y andó calle abajo, esperando encontrarle. Y andó, y andó, y al final corrió. ¿Por qué no estaba? Se dio la vuelta mientras corría, comprobando que no la estuviera siguiendo. Y tropezó con alguien. Bonnie se quedó aturdida, como si la hubieran pillado haciendo algo malo.
- Lo.. lo sien...-comenzó a decir Bonnie, pero no pudo terminar la frase porque otros labios sellaban los suyos. Y Bonnie cerró los ojos. Podría reconocerlo aunque le faltaran ojos, aunque fuera sorda, incluso aunque estuviera muerta.
Él se separó lentamente, mientras Bonnie saboreaba sus labios, aún con los ojos cerrados. Sintió que una mano acariciaba su mejilla. Abrió los ojos, y lamentó no haberlos abierto antes. Su pelo, que por la lluvia parecía aún más moreno, le cubría toda la frente y los lados de la cara. Vestía pantalones vaqueros, botas, un jersey y una chaqueta de cuero, todo negro. Y sus ojos... sus ojos destilaban ternura, deseo, amor. Bonnie se estremeció frente a esa mirada. ¿En serio tenía la suerte de haberle encontrado? ¿De haberle conocido? ¿No sería otro sueño?
- No es un sueño...- le susurró él al oído, mientras su mano acariciaba el otro lado del rostro de Bonnie.
- ¿Algún día me explicarás cómo puedes leerme el pensamiento?- reclamó Bonnie, intentando controlar su respiración, mientras la boca de Christian se deslizaba por su cuello. Él se separó de ella, riéndose frente a su comentario, mientras las gotas mojaban aún más su rostro. Bajó la mirada hacia los ojos de Bonnie, y enmarcó su cara con las manos.
- Algún día... algún día te tendré que explicar muchas cosas- dijo él, mientras acercaba su cara a la de ella. Bonnie puso sus manos encima de las de él, que aún enmarcaban su cara, y acortó la distancia que había entre sus labios. Y se besaron, mientras las nubes tristes seguían descargando su tristeza.
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