-¿Sabes qué? Te echaré de menos cuando te vayas. Ha sido mucho tiempo el que he pasado contigo, y ahora, de la noche a la mañana, veo que nuestros pequeños lazitos rojos se deshacen con la misma facilidad con la que se hicieron. Nací contigo, he vivido estos escasos años de mi vida contigo, has sido una de las personas más importantes para mí. Me has ayudado cuando nadie lo ha hecho, o al menos lo has intentado. Bien es cierto que hemos tenido nuestras regañinas, pero ¿qué hermanas no se pelean alguna vez?

Intento no pensar en ese momento, en el momento de tu partida, de tu separación. Son muchas las noches en las que me duermo mirándote, son muchas las carcajadas que se escapan de mi boca cada vez que dices alguna tontería, son muchas las tiendas que hemos visitado, ¡y también mucho el dinero que nos hemos gastado en ellas! Son muchas las mañanas en las que me he desperezado viendo tu gran sonrisa. Son muchas las cosas que hemos vivido juntas.

Y sé que, cuando te vayas, será para ser algo más feliz. Pero no puedo evitar pensar que contigo se irá un pedacito de mi corazón. Intento ser valiente y fuerte, contener las lágrimas cuando en realidad deseo que se escapen. Pero sé que cuando llegue el momento de tu partida, esas pequeñas gotas saladas saldrán irremediablemente de mis ojos.

Serán muchos días sin verte. Y sé que me tendré que acostumbrar, pero hasta que ese momento llegue, me va a ser difícil no echarte de menos aquí.

Pero ese momento todavía no ha llegado, así que disfrutemos los días que nos quedan para estar juntas.

Y todo esto, lo he escrito para TÍ.